despido improcedente

Qué hacer ante una denuncia de despido improcedente

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Imagina que eres un empresario, que llevas tu negocio como puedes y que intentas que todo funcione, y de repente recibes una denuncia por despido improcedente.  Y aquí viene lo peor: la denuncia es totalmente falsa: alguien te acusa de algo que tú no hiciste.

Lo primero que se siente es un golpe en el estómago, miedo, rabia, un montón de emociones mezcladas. Pero tranquilo, te voy a contar cómo puedes enfrentarte a esto.

Lo importante es entender desde el principio que recibir esta denuncia no significa automáticamente que hayas hecho algo mal. De hecho, muchas veces los trabajadores presentan estas denuncias esperando un acuerdo rápido, aunque tú tengas todo en regla.

Por eso, lo primeo es respirar y planear tu estrategia.

 

¿Qué es un despido improcedente?

Gestoría Toledano, que cuenta con gestores, abogados, economistas y graduados sociales con gran experiencia, explica que un despido improcedente es aquel que no cumple con los requisitos legales para ser considerado válido.

Es decir, puede ser que el empresario no haya justificado la causa, que no se haya seguido el procedimiento adecuado o que la carta de despido tenga algún fallo formal. Pero ojo: eso no significa que el despido sea siempre culpa del empresario. Muchas veces, un despido que parece improcedente para el trabajador está completamente justificado y respaldado por la ley.

Para ti, como empresario, esto es crucial. No basta con decir “yo no hice nada malo”. Necesitas pruebas, documentos, testigos y, sobre todo, asesoría profesional. La diferencia entre un despido que realmente es improcedente y uno que no lo es puede estar en pequeños detalles que ni te imaginabas.

 

Mantener la calma y no responder impulsivamente

Sé que suena obvio, pero créeme, la primera reacción al recibir una denuncia suele ser la de ponerse nervioso o contestar de manera impulsiva. He visto a empresarios mandar correos furiosos o contestar por teléfono sin pensar, y eso suele empeorar las cosas. Así que, primer consejo: respira. Tómate tu tiempo antes de hacer cualquier movimiento.

Lo siguiente es reunir toda la información. Documentos del contrato, nóminas, correos electrónicos, cualquier aviso que hayas dado al trabajador, informes internos… todo puede servir para demostrar que actuaste correctamente. Cuanto más organizado tengas tu caso, mejor.

Y otra cosa, no intentes manejar esto tú solo si no tienes experiencia legal. Contacta con profesionales que sepan cómo funcionan estas situaciones, porque no es solo cuestión de demostrar tu inocencia, sino de hacerlo siguiendo las normas exactas.

 

Cómo preparar tu defensa correctamente

Ahora que ya estás calmado y con toda la documentación en orden, toca preparar tu defensa. Esto significa organizar todo de manera que un juez o un inspector laboral pueda ver claramente que actuaste bien.

Primero, haz una línea de tiempo. Coloca todas las acciones relacionadas con el trabajador, desde su contrato hasta cualquier aviso de desempeño, reuniones, correos importantes y finalmente la comunicación del despido. Esto te permite mostrar que actuaste de forma coherente y siguiendo la ley.

Segundo, recopila pruebas: correos, informes, registros de asistencia, evaluaciones de desempeño, cualquier cosa que respalde tu decisión. Cuantas más pruebas tengas, más sólida será tu defensa.

Tercero, busca testigos, si los hay. Por ejemplo, alguien que estuviera presente en reuniones o que pueda confirmar tu versión de los hechos. Esto puede parecer exagerado, pero a veces un simple testimonio vale mucho en este tipo de casos.

Y, por supuesto, habla con un profesional. Busca equipos de abogados y graduados sociales especializados que puedan asesorarte sobre cómo presentar toda esta información de forma clara y legalmente correcta, porque te será muy útil para entender cómo estructurar tu defensa.

 

El papel del abogado y del asesor social

No puedes enfrentarte solo a esto. El asesor va a revisar todos tus documentos y te dirá exactamente qué puedes presentar y qué no. Además, te ayudará a redactar contestaciones a la denuncia y a negociar si es necesario.

Por otro lado, también tiene experiencia con la administración laboral y puede ayudarte a preparar informes, verificar procedimientos y asegurarse de que todo está correcto según la ley. Esto es clave porque un despido puede ser cuestionado no solo por la causa, sino por fallos en la forma de comunicarlo.

Economistas y gestores también pueden aportar datos, por ejemplo sobre la situación económica de la empresa, que a veces son relevantes si se habla de despidos por causas económicas. Tener un equipo multidisciplinario te da seguridad y evita que te sientas perdido.

 

Qué hacer durante el proceso judicial

Si la denuncia avanza y llega a juicio, lo primero que debes hacer es mantener la calma. Sé que es difícil cuando todo parece un lío legal, pero confiar en tu defensa y en los profesionales que te acompañan es clave. La mayoría de los casos no terminan en largas batallas: muchas veces se resuelven antes gracias a documentación y pruebas claras que demuestran que actuaste correctamente.

Durante el juicio, lo más importante es ser honesto y claro. No exageres los hechos, pero tampoco los minimices. Habla de manera directa y presenta tus pruebas tal como son. Recuerda que no se trata de pelear con el trabajador, sino de mostrar que actuaste de forma adecuada y que cumpliste con tus obligaciones. Mantener la calma y no dejarte llevar por la emoción ayuda mucho a que todo fluya y a que tu versión sea creíble.

Otro aspecto fundamental son los plazos. En derecho laboral, los tiempos son muy estrictos y no hay margen de error. Si presentas documentos fuera de plazo, podrías tener problemas serios o perder oportunidades para defenderte. Por eso, organiza un calendario con todas las fechas importantes y cúmplelo al pie de la letra. Tener todo controlado te da seguridad y te evita estrés innecesario.

Finalmente, confía en tu equipo legal y sigue sus indicaciones. Ellos saben cómo manejar cada etapa del proceso y cómo proteger tus derechos. Mantente organizada, documenta todo y recuerda que estar preparada es la mejor manera de enfrentar un juicio con tranquilidad.

 

Cómo manejar la comunicación interna y externa

Aunque pueda ser tentador comentar lo que está pasando en redes sociales o con otros empleados, es mejor no hacerlo. Cualquier comentario hecho sin pensar puede volverse en tu contra y complicar la situación. Mantén la comunicación externa con calma y profesionalidad, y deja que los canales formales se encarguen de informar si es necesario.

Dentro de la empresa, la comunicación interna debe ser clara y responsable. Explica a los empleados que la situación se está investigando y que todo se está gestionando con profesionales. Esto genera confianza y evita rumores.

Con los empleados, sé transparente, pero también prudente. No compartas detalles que no deberían salir de la empresa y, sobre todo, evita hablar mal del trabajador involucrado. Mantener la calma y actuar de manera profesional ayuda a que el equipo se sienta seguro y a prevenir conflictos adicionales. La forma en que manejas la comunicación dice mucho de ti y de la empresa.

 

Qué aprender para evitar denuncias futuras

Una vez que todo se resuelva, incluso si ganas, es un buen momento para reflexionar. Pregúntate: ¿hay algo que pueda mejorar en mis procesos de despido? ¿Se podrían documentar mejor las causas y el procedimiento?

No es cuestión de que hayas hecho algo mal ahora, sino de minimizar riesgos en el futuro. Revisa contratos, crea registros claros de desempeño, mantén comunicación fluida con tus empleados y documenta todo. Esto te dará seguridad si alguna vez vuelve a surgir un caso parecido.

Además, considera tener un manual de procedimientos laborales y revisarlo con abogados y graduados sociales. Esto no evita que alguien presente una denuncia, pero sí hace que tengas todas las defensas preparadas y reduces estrés.

 

No dejarse consumir por la frustración

Recibir una denuncia falsa puede ser súper frustrante. Es normal sentirse molesto, incluso injustamente atacado. Pero engancharse a esa frustración no ayuda en nada. Lo que funciona es organizarte, buscar apoyo profesional y mantener la cabeza fría.

Yo he visto empresarios que se obsesionan con “probar que tienen razón” y terminan gastando energía y dinero en cosas que no importan. En cambio, los que se centran en la estrategia y en la documentación suelen resolverlo más rápido y con menos estrés.

 

Al final, una denuncia de despido improcedente, aunque sea falsa, te enseña varias cosas

  1. Que la prevención y la organización son clave: mantener contratos claros, documentación completa y procesos bien establecidos te salva de muchos problemas.
  2. Que no puedes hacerlo todo solo: contar con abogados, graduados sociales, gestores y economistas es fundamental para no perder el control.
  3. Que mantener la calma y la cabeza fría hace que todo el proceso sea mucho más llevadero. Es duro, pero también te da herramientas para mejorar tu gestión y enfrentar cualquier situación complicada sin perder la paciencia ni la profesionalidad.

 

Recibir una denuncia falsa no es el fin del mundo

Con la documentación adecuada, apoyo profesional y una actitud tranquila, puedes demostrar que actuaste correctamente y seguir adelante sin dramas. Aprender de esta experiencia te hará un empresario más preparado y seguro, listo para cualquier cosa que venga.

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